miércoles, 24 de noviembre de 2010

La comunión de la integración


Casi siempre que tomo un lápiz y un papel estoy acompañado de la música... me atrevería a decir que entre un 90 a 95 porciento del tiempo. El porciento restante es bajo algún impulso de alegría o descontento y ahí las palabras salen con una facilidad increíble. Lo interesante de escribir al compás de la música es que te permite disfrutar de un estado hasta cierto punto utópico donde pones a un lado cualquier tipo de prejuicio y te permites valorar la vida y sus instancias sin reserva alguna. Quizás por eso la gente dice que si la vida transcurriera con una banda sonora -como en las películas- las cosas serían muy distintas a como las vivimos: en un gallinero de imposición. Y bueno, solo quería compartir algunas canciones y/o momentos (con algo de su trasfondo) que hacen del mundo musical uno maravilloso y que permiten que uno siga aspirando a que parte de esos momentos mágicos puedan integrarse a nuestra cotidianidad.


En primer lugar tenemos música de la Calle... no, no es Calle 13, es Calle Real. Es una banda de Suecia, que como está hoy en día compuesta esta desde el 2004 y que se da a la tarea de explorar los ritmos afrocubanos (en especial la timba) y la verdad que están sólidos musicalmente. ¿Quién diría que algún día veríamos a "los vikingos" metiendole caliente a la música como un caribeño cualquiera? Esta canción en particular se llame "Ábreme la puerta" y aparte de tener un ritmo pegajoso, la situación de la letra es bastante cómica y sobre todo muy latina, pero bueno, al final eso es todo etiqueta, ¿no? La canción es del disco "Me lo gané" (que salió en el mercado americano el año pasado) pero en este caso es una versión en vivo para que la experiencia sea más auténtica y que vean que en serio son "de por allá".


En un ambiente más lento, tenemos a Ana Carolina y Seu Jorge, ambos de Brasil interpretando "É isso aí", que es parte del disco "Ao vivo" (En vivo). Ana Carolina es una de las voces modernas más potentes que he escuchado en portugués, y en el caso de Seu Jorge lo vine a conocer primero como actor que como cantante, en la película "Cidade de Deus" (City of God) donde hizo de Mané Galinha (o Knockout Ned, como lo tradujeron en inglés). Esta canción es una versión de "The blower's daughter" de Damien Rice, pero sinceramente me quedo con esta interpretación, donde la 'raza' no es un factor para que haya complicidad y donde el lenguaje no es una barrera cuando el sentimiento trasciende la necesidad de una traducción.


Por último, este es uno de esos momentos donde la música trasciende a la vida misma y queda plasmada para la posteridad. Se trata del dueto que hicieron Barry White y Luciano Pavarotti de "You're the first, the last, my everything", canción original de White, que salió en 1974 como parte del disco "Can't get enough" y que revivieron como parte del "Pavarotti & Friends" del año 2001 en beneficio de Afganistán. ¿A quién se le ocurre juntar disco con ópera? No lo sé, pero cuando hay voluntad lo imposible pierde ese adjetivo y se hace una realidad interesantísima.


Así que la música nos acerca a la sensibilidad y de paso abre una puerta a derrotar los imposibles: añádale un poco de música a su vida y no limite sus experiencias ni con la música ni con la vida misma. ¡Paz y amor!

2 desahogos:

Unknown dijo...

Sin musica no se puede vivir.

Mrs. Doe dijo...

Fino y tracendental:Ana Carolina y Seu Jorge.